La Mediación Empresarial como Alternativa para la Función Judicial

05-06-2022

Realidad nacional sobre la administración de justicia

Es de conocimiento público que en nuestro país la función judicial está abarrotada de procesos, lo que dificulta la administración judicial dentro de los tiempos procesales que establece el Código Orgánico General de Procesos. Es debido a la altísima carga procesal que resulta inconcebible asimilar la labor titánica de los jueces para sustanciar los juicios a sus cargos. 

Para muchas personas no basta tan solo que los jueces pongan su máximo de esfuerzo para sustanciar los procesos judiciales, porque ese es precisamente su trabajo; sino que además exigen que la justicia llegue a sus manos en el menor tiempo posible, sin siquiera escuchar motivos o razones completamente justificables, pues la justicia no debe esperar tanto en llegar.

Todas las razones y opiniones son muy válidas, tanto desde el punto de vista administrativo que representa la carga laboral de los jueces, sino que también son válidas las exigencias de la ciudadanía que lo que busca es ejercer y defender sus derechos asistiéndose de los mecanismos judiciales a su disposición. 

Lo que quizás nos falta como sociedad civil es que existe un gravísimo problema de por medio y es precisamente la excesiva carga judicial que existe a nivel nacional. La realidad es que los juzgados no se dan abasto con tantos procesos asignados a cada juez, que por defecto dilata la administración de justicia en los tiempos legales que deberían de ser. 

Debemos entender que detrás de cada caso, hay seres humanos dedicando su tiempo y esfuerzo por hacer su trabajo con la debida diligencia y conciencia para sustanciar cada caso. Lo que sucede es que nos olvidamos de que son personas con dos manos y así quisieran multiplicarse para cumplir sus deberes y ganarle más tiempo al tiempo, no podrían hacerlo.

Con este artículo lo que busco es poner en conocimiento de ustedes de una solución para evitar más problemas con el sistema judicial que está atascado, para que la sociedad civil conozca de otra alternativa mucho más eficiente y que está al alcance de todos, como lo es la mediación, para primeramente quitarle la excesiva carga procesal a los juzgados, y segundo, para brindar a la ciudadanía el acceso a la justicia que todos deberíamos tener a disposición de una forma mucho más eficiente y eficaz.

Mediación empresarial

Una vez entendido el contexto en el que se encuentra el sistema judicial ecuatoriano, me permito comentarles algo interesante que debería ser analizado por nuestras autoridades y legisladores, en virtud de que la mediación debe ser considerada una pieza fundamental en el ámbito de desarrollo de las empresas.

El Instituto Aragonés de Fomento (IAF), establecido en la ciudad de Zaragoza en España, está planificando incluir la figura del mediador de emprendimiento, es un concepto innovador que lo que busca es que un profesional que facilite acuerdos y resuelva conflictos que puedan surgir en las nuevas empresas.

Lo que se busca con el mediador empresarial es permitir a los emprendedores acudan a una instancia fuera de los tribunales, con el propósito de dirimir sus problemas para garantizar la supervivencia de sus proyectos. 

Ahora, la idea es innovadora, pero desde mi punto de vista, iría mucho más allá, no solamente para brindar a los emprendedores este tipo de facilidades, sino a las mismas compañías ya desarrolladas, indistintamente si es desde que fue constituida como un proyecto o idea, o por su mismo tamaño. La idea de tener un mediador empresarial debería abarcar todos los ámbitos de la empresa. Por lo que incluso sería incluso más apropiado que el mediador acredite conocimientos sobre Derecho Empresarial para que su función sea aún más legitimada.

La Apuesta por la Mediación

Coincidiendo con los criterios valiosos del Instituto Aragonés de Fomento, la mediación llega dentro de un momento de colapso judicial agravado por la crisis mundial de la pandemia. Si antes el sistema judicial presentaba falencias, ahora con la nueva realidad ocasionada por la pandemia, las mismas entidades públicas han sido gravemente afectadas y por ende los tiempos de respuesta se han dilatado mucho más de lo anticipado.

Es por esta razón que hoy más que nunca, la alternativa de la mediación debe agarrar mucha más fuerza que antes, porque los tiempos lo demandan. Necesitamos mecanismos eficaces y eficientes de administración de justicia. Expertos consultados consideran que los mecanismos alternativos de solución de conflictos pueden ser la puerta de desagüe para el torrente de disputas civiles que cada año llegan a los despachos de los jueces en cantidades inimaginables.

Ahora, una de las posibles razones por las cuales el sistema judicial está abarrotado de casos es por desconocimiento de parte de la sociedad civil de la existencia de los mecanismos alternativos de solución de conflictos, que están debidamente regulados por un ente de control como lo es el Consejo Nacional de la Judicatura.

Otra de las razones que a criterio personal considero también es fundamental, tiene que ver con los mismos profesionales del Derecho que de forma exclusiva se dedican a litigar, en lugar de velar por los intereses de sus clientes. Los abogados deberían sugerir el traslado de las disputas de sus clientes a los centros de mediación acreditados. Considero que, en última instancia, una vez que se haya agotado toda vía de comunicación y esfuerzos por intentar resolver los conflictos en sede extrajudicial, se opte por acudir a los tribunales para que un tercero neutral asista a las partes intervinientes. 

Las estadísticas son escalofriantes

A manera de datos, con base a información proporcionada por el Consejo Nacional de la Judicatura, en Ecuador actualmente se están sustanciando más de un millón de procesos judiciales en todos los juzgados a nivel nacional. De esos procesos judiciales el 80 % podrían ser derivados a mediación, y las materias que en su mayoría los componen son: laboral y familia.

El tsunami de litigios engorda cada vez más la lista de espera, pues la realidad es que en algunos casos los juicios tardan más de cinco años en resolver.

Mientras que, si las personas acudieran a los centros de mediación, sus conflictos podrían ser resueltos en un día o exagerando en un par de semanas de diálogos hasta que las partes lleguen o no a un acuerdo extrajudicial.

Lo único que se necesita para que la mediación funcione, es la predisposición de las partes intervinientes, debido a que un requisito fundamental es la voluntariedad, sin ello no sería factible sustanciar un proceso de mediación.

Avances normativos

Dieciséis años desde que fue publicada la Ley de Arbitraje y Mediación que faculta a las personas resolver sus problemas de índole civil, mercantil, laboral, tránsito, inquilinato, etc., dicha Ley es la llamada a cambiar la cultura de resolución de conflictos de la sociedad civil, a la presente fecha ha tenido tímidos avances en la materia que no permite que sus objetivos principales puedan ser llevados a cabo.

Para que la Ley cumpla su propósito, será necesario que tenga más importancia en el sistema de administración de justicia. No puede ser posible que mientras el sistema judicial está colapsado de causas, la mediación funja en el anonimato porque nuestras mismas leyes no obligan a la ciudadanía a derivar sus casos en sede extrajudicial, como una primera opción para resolver sus conflictos, siempre y cuando sean causas transigibles.

Una de las principales ventajas de la mediación sobre el sistema judicial, es que el primero es una vía rápida de solución de conflictos, mientras que la segunda procesalmente debe cumplir tiempos e instancias judiciales, que además son afectados por la acumulación excesiva de causas represadas.

La cultura del diálogo

Volviendo al ámbito de la mediación empresarial, es inevitable que la mediación traerá soluciones en pocos meses a las disputas empresariales que en la justicia ordinaria tardarían años para resolverse.

Con este tipo de ideas innovadoras lo que se quiere es fomentar la cultura del diálogo frente a la histórica confrontación en sede judicial. Con la mediación empresarial se busca encontrar una solución intermedia para los participantes, por encima de imponer una condena para una de las partes involucradas. 

Eliminar la confrontación es una de las razones más importantes, incluso para que las relaciones comerciales no se vean afectadas. Esto debido a que los problemas de cualquier índole son transitorios, mientras que las relaciones interpersonales y comerciales podrían mantenerse en el tiempo, siendo que mediante el diálogo podrían resolver problemas de forma amistosa, sin la necesidad de atacar a las partes intervinientes y romper su vínculo comercial y personal.

Comentario Final

Con base a los criterios aquí expuestos, podemos llegar a la conclusión que existen alternativas para resolver nuestros conflictos que están al alcance de todos. La mediación es la forma más eficaz y eficiente de resolver conflictos siempre que estos sean causas transigibles permitidas por la Ley. 

Es una obligación y deber de todos quienes conformamos parte de esta sociedad, fomentar el diálogo como parte de nuestra forma de actuar diario. Si usáramos el diálogo como una herramienta para ejercer nuestras actividades, no existiría la confrontación. 

La mediación empresarial puede convertirse en un mecanismo que permitiría a las empresas plantear sus problemas y buscar soluciones en corto tiempo. Priorizando por sobre todo el ejercicio del diálogo como una estrategia para no afectar las relaciones comerciales entre los participantes.

El desarrollo normativo es una tarea pendiente para nuestros legisladores. Si nuestra normativa especializada en mediación no se actualiza y vela por los mejores intereses de la sociedad, la mediación seguirá permaneciendo en el anonimato y será un recurso desperdiciado. Así también, la gente seguirá desconociendo de los mecanismos alternativos de solución de conflictos, ya que sin el apoyo de la normativa que la faculte, seguirá siendo una alternativa que estará disponible únicamente para las personas que crean, conozcan y patrocinen la mediación como medio apropiado de solución de conflictos.

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