Durante mi tiempo de estudio a profundidad sobre el funcionamiento de la inteligencia artificial, a raíz de su apogeo en los últimos meses me ha llevado como profesional a cuestionarme mucho acerca de las posibles implicaciones que estas nuevas tecnologías tendrán en nuestras vidas. Es innegable que la IA ha llegado para quedarse y que está en la humanidad adaptarla o rechazarla, pero la IA seguirá funcionando por el resto de nuestras vidas.
En un reciente evento que acudí organizado por la prestigiosa Universidad San Francisco de Quito denominado NeoCom 2023, tuve la oportunidad de compartir con profesionales de altísimo nivel, quienes nos compartieron sus experiencias desde sus respectivos ámbitos de estudio y trabajo, sobre cómo las IA han afectado positivamente para ser más productivos y ofrecer diversas experiencias inmersivas a los consumidores a quienes están dirigidos sus productos y servicios.
Desde mi postura como abogado y marketero porque no tuve otra opción, me interesó mucho conocer las funcionalidades y actualidades entorno al uso eficiente y efectivo de las IA para potenciar el negocio jurídico y demás empresas que administro. Por lo que, en función de los temas diversos y atractivos que se han tratado en tan importante evento, surgieron muchas preocupaciones acerca de si estas nuevas tecnologías han llegado o no a reemplazar al ser humano de sus actividades para subsistir.
Desde mi punto muy personal y subjetivo, porque no podemos anticiparnos tanto en el tiempo con una tecnología que en días evoluciona a una velocidad inalcanzable, considero que el escenario no es tan catastrófico como se lo quisiera vender. Pienso que debemos alejarnos un poco de teorías apocalípticas que quizás estén muy alejado de la realidad hacia la que estamos yendo, pero obviamente para que las IA funcionen apropiadamente, sus ingredientes deberán contener altas dosis de ética y de responsabilidad en su desarrollo.
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados como lo indicaba previamente, y su impacto en la sociedad y el mundo laboral ha generado tanto entusiasmo como preocupación. Gracias a la IA ha cambiado la forma en que nos desenvolvemos en nuestros lugares de trabajo y la forma en cómo vivimos. Es fascinante descubrir cada día nuevas funcionalidades que facilitan la vida del ser humano en cada uno de sus ámbitos de la vida.
Pero, así como la capacidad de las IA para automatizar tareas resulta fascinante para algunos, hay aquellos que manifiestan cierto temor totalmente válido por la estabilidad de sus empleos. En este artículo, analizaremos cómo la IA afectará indudablemente algunas profesiones, pero con estas líneas que te estás permitido leer intentaré plantear la siguiente reflexión ¿y por qué, en lugar de considerarla como una amenaza, no debemos ver las IA como una oportunidad para la creación de nuevos empleos y el crecimiento económico?