WormGPT, como se ha establecido, ha demostrado ser una amenaza significativa en el mundo cibernético, y esta amenaza no está exenta de consecuencias legales. Veamos las implicaciones jurídicas que surgen de la existencia y uso de WormGPT.
La ciberdelincuencia en general, y la que involucra el uso de WormGPT en particular, plantea una serie de desafíos legales. Cuando se utilizan herramientas como WormGPT para cometer delitos, esto no solo pone en riesgo la seguridad de los datos y la propiedad de las empresas, sino que también viola las leyes penales y civiles existentes de cualquier país. Los delitos que pueden ser cometidos con la ayuda de WormGPT, como el fraude, el robo de identidad, y la infiltración de sistemas de información, están claramente definidos y sancionados en la mayoría de las jurisdicciones (Xataka, 2023).
Pasando a la responsabilidad legal de los creadores y usuarios de WormGPT, la cuestión se vuelve más compleja. Los creadores de WormGPT, si se demuestra que sabían y pretendían que su herramienta se utilizara para actividades ilegales, podrían enfrentar responsabilidad legal. Sin embargo, establecer este conocimiento y la intención puede ser un desafío (Computer Hoy, 2023).
En cuanto a los usuarios de WormGPT, aquellos que utilizan la herramienta para cometer delitos son claramente responsables de sus acciones bajo la ley penal, ya que voluntariamente se suscriben mediante un pago para acceder a los beneficios de esta plataforma. Sin embargo, el anonimato que proporciona Internet puede dificultar la identificación y persecución de estos individuos. Además, pueden surgir cuestiones de jurisdicción si los delitos se cometen a través de fronteras internacionales, para lo cual se necesitará de cooperación internacional para crear leyes que rijan en los distintos territorios del planeta que puedan abarcar las complejas figuras de ciberdelincuencia que traspasan cualquier frontera política (Dazed Digital, 2023).
Por lo tanto, mientras que la amenaza de WormGPT es clara, las respuestas legales a esta amenaza son complejas y requieren un enfoque multifacético, incluyendo la actualización de las leyes existentes, la cooperación internacional, y una mayor inversión en seguridad cibernética (The Hacker News, 2023).